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Una de las disfunciones estructurales de los pies más habituales es la inclinación interna del calcáneo (ver figura n.1). En este proceso uno de los principales actores es el gastrocnemio externo, el cual, al estar en tensión excesiva tira de la cara externa del calcáneo y lo lleva hacia inclinación interior.
Figura n.1
Si realizamos un análisis exhaustivo de lo que ocurre en el tobillo de la figura n.1 podremos ver que el borde externo del tendón calcáneo está más inclinado, formando un ángulo, lo cual acerca el extremo distal del tendón calcáneo al origen proximal del gastrocnemio externo, confirmando el exceso de tensión del que hemos hablado al principio (figura n.2). En muchas ocasiones este cuadro viene acompañado por una caída del arco medial del pie (como se puede ver en ambas fotografías).
1. Hueso calcáneo
2. Acortamiento de la cara lateral del tendón calcáneo
Figura n.2
Para abordar este cuadro de disfunción desde una perspectiva estructural sería importante liberar el exceso de tensión con maniobras de liberación fascial del calcáneo, sóleo y gastrocnemio, haciendo especial hincapié en la cara externa del calcáneo y de los vientres externos de ambos músculos. Para conseguir resultados más rápidamente podemos aplicar estiramientos al gastrocnemio externo y tonificar el interno si se encuentra débil.
No hay que olvidar que si está presente el prolapso del arco medial del pie sería importante estirar los músculos peroneos y tonificar ambos tibiales, tanto el anterior como el posterior.
En la figura n.3* se puede observar la posición del tobillo de la persona antes del trabajo estructural y como se posiciona el tobillo después de aplicar el trabajo estructural.
Figura n.3
A. Posición inicial
B. Posición después del trabajo estructural
* Por gentileza de X. Méndez